con el pasar de los días se esfuman los recuerdos que tranquilizan mi mente
es tan efímera la vida que hasta se vuelve un cliché quejarse, incluso surrularlo en una crisis existencial de madrugada
se vuelve insoportable abrir y cerrar los ojos mientras me siento obligada a respirar un aire tóxico que me envenena, me rasco la piel ante ese pensamiento porque es inútil ya quejarse,
al fin y al cabo
todo lo es.
ya no escribo sobre besarte porque ya no existís, no existe la posibilidad remota de que siquiera vivamos en bajo los mismos astros
vos estás más allá y yo estoy
,lamentablemente,
acá
(((preferiría nombrarte, pero no puedo, porque de esa manera volverías a ser mía y no lo sos)))
la oscuridad corrompe mi pecho y se exparse en cada atardecer, trato de cortar la mala hierva que crece en mi jardín pero es en vano,
yo soy.