Llueven besos sin agua,
llueven palabras en silencio,
llueven miradas sin ojos
y lenguas que lamen al fuego.
Llueve como nunca ha llovido,
cántaros de mares eternos,
llueve al amor con sus llagas
y el blanco teñido de negro.
Llueven abrazos sin nombre,
manos de pan, bocas mordiendo,
llueven caricias en verano
anticipando un otoño.