Reconozco el amor cuando lo veo,
cuando lo miro en tus ojos y a cada paso que das.
Cuando me ofreces en la mañana una taza de café,
o mordisqueas una galleta.
Al festejar un triunfo, o al llorar de alegría,
porque sé que ya eres mía;
el más grande amor de mi vida.
Cada que colectas frutos en el huerto
haces que reverdezca un desierto,
con tu talento natural.
Por tus manos que plasman mil colores,
por esos dedos que acarician mi frente,
por tus delgados labios y tu porte espigado;
reconozco, lo digo sin reparo,
reconozco el amor cuando lo veo.
Y no hay manera de equivocarse
cuando veo lo que pintas,
bellas rosas, azucenas, blancas margaritas.
O los paisajes de tu hermosa tierra de Guerrero,
reconozco el amor, tu amor, cuando lo veo.
©Armando Cano.