Se han quedado vacíos los bares
participios perdidos en el fondo de la soga
abatidos murmullos que se ahogan en un suspiro,
permanecen vacíos los silencios, los recuerdos
y aquella íntima memoria de los niños que recuerdan,
como en ciclos, sé que todo está vacío.
Pertenecen al olvido los recuerdos de tus medias
asentadas como un territorio estéril en mi habitación,
y duermo pegado el rostro a la nieve como si ésta
fuera dura e impermeable.
Sí, ahí fuera, existen ciudades, pueblos, localidades,
estaciones ocupadas, mas para mí, ya no existe nada,
he desaparecido, trozo de hielo en la guitarra árida
de un páramo.
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