Sin ser ideólogo fanático con carencias
arrastrando por las calles sus pesares
sin saber nombre ni distancias
van sembrando por doquier sus malestares.
Ajenos trasplantados miserables
huyendo de sus ideás, apátridas
portando en esos momentos cabales
la desilusión y sus graves heridas.
Riega surcos con su dignidad
en tierras de las utopías
constatando falsedad
bajo un manto de tropelías.
Solo lo une a su terruño
los cuentos ya aprendidos
aunque apriete los puños
sus soles no son habidos.
Nadie entiende el porque
vaga atravesando vallas
es la vida que se fué
pensando que son solo rayas.
Su sueño es indeleble
su suelo será algún día
que el caminar insufrible
los llevará de vuelta donde vivía.