…Al día siguiente
todo se reduce a un recuerdo
una sensación de lo que hicieron nuestras manos
y otro de la piel rescatada de las piedras
nos adentramos por un camino que bifurca las voces
y esa mirada tuya explicando
como el infinito puede concentrarse en tu regazo
después es el impulso la pólvora encendida
que nos acerca a tus oídos
para confesarte que allá afuera llueven rosas de colores rojos
luego es el calor de tu cuerpo
el que invade nuestra habitación
en un vaivén de olas extensas
entre la mentira del mañana
y esa presunción de la vida
que es súbita cuando rinde culto al placer…