ADANS BECMAN

SOBRE UNA SILLA DESCANSA...

Sobre una silla descansa

ya cansada y dormida,

las notas de una guitarra

arropada con una mantilla,

la vi en una exposición de Belalcázar

en la provincía de Córdoba,

y me impactó su gracia, su sencillez

y le puse un asiento en el alma,

la miro y la miro una y otra vez

pero no le veo la gracia,

un atril donde se duermen las notas un poco melancólicas,

un jarrón donde se miran las rosas

sobre una mesa de oscuro barniz,

un pañuelo que quizás guarda algunas lágrimas

y la guitarra sonora que silenciosa calla,

no es nada difícil retratar este perfil

si no añadimos algunas palabras,

quizás recordando un tabláo

donde ella cantaba,

y algunos sueños de enamoradas o enamorados

que en los sueños se bañan,

hoy yacen en un rincón olvidados

en el fondo del alma,

triste y melancólico escenario

donde la tristeza no alcanza,

ni hasta el marco del cuadro

yo lo cuelgo en la pared de la esperanza,

y se revive con ánsias

el sabor a acuarela o  pastel

que se respira en ese rincón de la estancia,

donde un día yo me encontré

sin buscarlo, sentada una guitarra

sobre una mullida silla,

sobre la mesa unas notas olvidadas

y un jarrón y una mesa,

sobre el tiempo enpolvada

en el calor de una tarde de verano

en el pueblo de Belalcázar,

olvidada y soñolienta, enamorada

me quedé mirando este cuadro,

mientras unas notas sonaban

en el fondo de mi memoria,

sus cuerdas me recitaban

y escribí este humilde poema

dedicado a esta escena y su guitarra,

que yo encontré una tarde de verano

en el pueblo de Belalcázar...