Parecía un cuadro más bien surrealista
aquella pareja sentada en el bar,
eran dos despojos que juntó la vida
estaban cansados...de andar por andar.
Maldito destino que tira los dados
cual juego macabro, con un mal final,
todas esas almas que penan dolidas
DIOS en las alturas...las recibirá.
Uno busca siempre, el mejor camino
cuya meta sea la felicidad,
finalmente somos simples marionetas,
el futuro a veces...no tiene piedad.
La bola adivina no supo contarles
como se llegaba a ese gran amor,
fueron siempre escollos, brumas y tinieblas
y todo esto envuelto...en un hondo dolor.
Hoy por fin llegaron, sus pasos muy lentos
dos náufragos eran en su cruel penar,
sus miradas tristes, como dos extraños
que una jugarreta...los juntó en el bar.
Después cual dos sombras, buscando ser una
despaciosamente se irán a un lugar,
donde se dan cita las almitas buenas
a gozar momentos...sin mirar atrás.
Boris Gold (simplemente...un poeta)