Tú, vívida ventana estás cerrada,
son grises melodías los paisajes,
no traen las palomas tus mensajes
y se muere una rosa desangrada.
Silente la palabra cercenada
triste silbo que trepa los ramajes,
del teclado renacen los celajes
en la noche sin luces, desolada.
¿Volverá tu sonrisa a esta ventana
endulzando de aroma la mañana?
Te dejo algunos versos en la mesa,
si llegas y yo duermo, solamente
acompaña mi sueño y suavemente
susúrrame tu amor, si es que regresa.
Derechos reservados por Ruben Maldonado
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