Suelo pensar en voz alta y hasta pensar en colores.
A veces se ve y se escucha mi pensamiento
flotando en aires. Se entiende… no es lenguaje de altura;
otras veces sus ondas mueren sin llegar a encontrar
los espejos que reflejen los matices de su aura.
Hay pensamientos iguales a otros razonamientos
y hay silencios en la mente que en su blanco no imaginan
otros mundos y allí esperan encontrarse a una flor
que los anime a expresarse.
¡Es maravilla el pensar, que el pensar sólo es del alma!
A veces mi pensamiento suele escapar en palabras
y siento que así libero a mi espíritu de agobios
y me solazo en la dicha, cuando esas palabras dicen
del amor acumulado, de alegrías y profundas gratitudes.
¡Qué bueno es pensar hablando y poder lanzar al viento
las vivencias que surgen de tu sentir, alma mía!
De mi libro “De esas musas veladas”. 2019 ISBN 978-987-87-0096-0