Es tan cruel este destino
Que a diario enfrento.
Es como entrar a un maléfico juego
Que pierdes desde el comienzo,
O sumirse en un sueño,
del cual no puedes despertar.
Es recorrer un laberinto eternamente,
Estando perdida en tu mente.
Y entrar a extraño mundo
Que me era ya conocido,
vivir en el, sin haber vivido,
Estar en el, sin haber estado.
Es buscar con tristeza si ha quedado alguna huella,
y encontrar que todo lo ha borrado el tiempo,
y las huellas que quedaban
se las ha llevado el viento.
Es mirarse en el espejo
Sin hallar algún reflejo
Todo esto, a diario enfrento.
Y en vez del reflejo del ayer
Veo el rostro del Alzheimer.