Memoria del agua cristalina
de aquel inolvidable arroyo
que en invierno recuerdas...
Memoria que calcina
tus sueños desmayados...
Memoria del acontecer en lejanía...
Memoria por los hados, que se torna mágica..
Memoria que se alejan de los nombres
de las hieles y mieles
que te deleitan y padeces...
Memoria, dormida y en letargo,
(que es silencio
como pasos en densa niebla)...
Patricia Aznar Laffont