Bajo la lluvia
que ofrecen las estrellas
está su luz.
Luz infinita
que guía los destinos
y corazones.
Son muchos puertos
que esperan la llegada
con ansiedad.
Quiero una barca
curtida del salitre
y por el sol.
Serán sus remos,
y el ritmo de mis venas,
para avanzar.
Y llegaremos,
después de mil esfuerzos
hasta ese puerto.
Y tú vendrás,
conmigo en este viaje,
hacia la luz.
Serás mi aliento,
mi dulce mariposa
con tus colores.
Y te amaré,
sin prisas y sin pausas,
y me amarás.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/08/19