Hay si mis manos pudieran
Reflejar en un lienzo
Lo que contemplan mis ojos
Te aseguro que las enfiladas alamedas
Que rodean los grandes manzanares
No pasarían desapercibidas
Que esas maravillosas praderas
Que hacen de fondo
Te enamorarían a ti mí, bella dama,
Como a cualquiera que se atreva a mirarlas.