A Berta Cáceres
“Yo soy la fruta silvestre.
La verde selva me pertenece.
Me pertenece mi canto”
Rayen Kvyeh
Tu voz es un augurio
de la naturaleza,
es río,
espíritu de la mujer lenca,
semilla nativa,
quejido de tus ancestros.
Sos la tierra defendida,
plegaria ofrecida al maíz
antes de la siembra,
heridas de la explotación,
fuerza que disputa
contra las corporaciones que devastan los bosques
y llenan de sangre los cuerpos de agua
que recorren las montañas de tus antepasados.
Luchás contra el egoísmo del planeta
con alegría y esperanza,
ellos lo sabían, los que quieren destruir
el legado de las comunidades,
los que ven en las tierras hondureñas
insumos para sus fábricas
Y no el origen de la vida,
los que ven malezas y no fuente de alimentos.
Pero vos hablás con el río Gualcarque
porque sos parte de él,
como tu mama.
Y es ese amor,
de dulce confidencia,
que detendrá para siempre
el ruido de los tractores.