Las preguntas viene y van sin un orden claro.
Las respuestas están desaparecidas.
Buscar una de ellas, sería un acto en vano.
Aunque trato de pensar diferente, todas son parecidas.
Estoy preso de las dudas, de la inseguridad.
Soy un ciervo del temor, de la soledad.
No puedo hacer nada más, no puedo.
Me siento incapaz de ponerme de pie.
Estoy tan cercano a la muerte, que ya no siento nada.
Hace meses que tengo fragmentada mi fe y mi alma.
No sé quién soy, de dónde vengo, y a dónde voy.
Todos los días se sienten igual de fríos y obscuros como hoy.
Lo único que no desaparece es este intenso dolor.
Qué no lo puedo combatir, me inunda el terror.
Y no sé si esto se pondrá peor.
Prefiero estar muerto, justo ahora.