Al querer llenar la calle de palabras
Nos rompieron el rostro sus miradas,
sus ascéticas sonrisas delictivas.
Pájaros diversos salpicaban vientos
Devorando anchas madrugadas
Y al fin se hizo el silencio,
Se coronaron las altas cenizas,
Como penumbra inundará el vaho,
Se habían intentado todas las angustias.
En lagos bañados por anfibios
se oyó decir del murmullo de los ecos
Mientras siderales bocas ,
colecciones de estratégicas estrellas,
Se repartían impávidas las amapolas
Y una tristeza inmensa
cerraba los ojos para el sueño.
Y ganó de nuevo la tarde a la aurora
En su lucha continua contra la razón.
Alfonso torres. Granada