Y no fueron
Murieron sin que nos diéramos cuenta
O quedaron desperdigadas
En la carrera brutal, feroz del tiempo
Que cercena ilusiones, sueños párvulos,
Promesas inconscientes, inocentes
Y de pronto silencios, miradas huidizas,
Angustias contenidas, conversaciones intrascendentales.
Precediendo la caída del telón
Anunciando el último y patético acto
Donde sin preguntas ni respuestas
Nosotros los protagonistas
Nos retiramos del escenario
Frente al asombro de los espectadores atónitos
Que aún esperaban el beso y los anillos.
Y no fueron, murieron esqueléticas y ahogadas
todas y cada una de las promesas
que un día nos juramos entre ilusiones venideras
sonriendo y esperando un futuro prodigioso.
El tiempo como cabalgando
en la grupa de una yegua desbocada
hoy nos enfrenta y al mirarnos
ni siquiera nos reconocemos,
vemos la miseria de un tiempo ido
opacándonos las miradas
y el balbuceo de un ¿cómo estás?
Sabiendo que fuimos incapaces de cumplir
Con esas promesas que nos hubiera cambiado la vida
Triste darnos cuenta del tiempo perdido
Y descubrir que nunca dejamos de amarnos.
Anela Grigera Moreno
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