Y nadie se lo preguntó
cuando ella se deslizaba en él con acierto
bien sabía que no era aquella Alicia
ni la Caperucita del falso cuento.
Segura, subió a este tranvía de rápido viajar
sin mirar más horizonte que la de sus amaneceres.
En su obra jamás imploró llamada ni propio rescate
pues nunca sintió ser espuma, la diosa de dorado carácter (1).
Aliento roto, vacuo cristal de complicado vuelo (2)
no ahogues en lluvia sus puentes de piedra y hierro
y en el girar de su libre mirar (3), generoso en pensamiento
no conviertas su fe de férreo metal en bóvedas de incienso.
Porque en ella, añejo es su paraguas (4) aún sin abrir al azar
y su vida, río que no es resaca de un mañana sin vivir.
Mas vieja es mi lágrima que la ha visto en sus aguas llorar
y en silencio todavía sufre por ellos, por él y... por mí.
(1) Cerveza: Bebida “imprescindible” de Praga.
(2) La Casa Danzante (Praga)
(3) La Cabeza de Kafka (Praga)
(4) La mujer por el Paraguas (Praga)