GPSilos

Desenfadada

Otra vez, madrugada,
han pasado 3 horas desde que me quede dormido.

Habernos encontrado de este modo tan inesperado y después de tanto tiempo,

No sé si fué la casualidad o el destino,
vagamente recuerdo como es que te ví por primera vez.

Mientras vagaba por la calle sin rumbo fijo concentrado en mis pensamientos, pensando como siempre en la estupidez de los hombres y en la inmortalidad de los cangrejos.

Me tope contigo, casi chocamos,
quedé abrumado por tu majestuosa presencia.

Me detuve a admitarte y perderme en tus formas y la belleza de tu sonrisa,
esos labios tan rojos,
eso dientes tan blancos y grandes.

Me sonreiste mientras me hacia a un lado y te esquivaba por apenas un suspiro.

Tu mirada se cruzó con la mía, un instante, un momento efímero, sublime
y seguiste con tu camino.

Solo pude quedarme parado como estupido,
embelesado por el movimiento de tu larga cabellera,
con cada paso de tu andar.

No podia asimilar que me hubiese topado con un ser tan hermoso y que se hubiese detenido un segundo a regalarme una sonrisa.

No puedo dormir
y menos aún al descubrir que cuando pienso en ti pareciera que te invoco,
que lees mi pensamiento
Y te apareces en mi camino,
aún no sé si solo es un sueño.

Cuanto ha pasado desde el primer encuentro,
nos hemos visto de lejos otra tantas veces más,
Ahora despierto a la misma hora
contigo en mi pensamiento.

No puedo dormir, pensando en que siempre pasa lo mismo,
te recuerdo, te veo,
me sonries,
no me atrevo a hablarte,

Solo te veo irte, altiva, desenfadada,
con el vaivén de tu largo cabello alejándose de mí.

En ese momento me transporto a un dimensión paralela donde solo existimos tu y yo,
el tiempo se detiene en ese instante en el que nos cruzamos, me sonries te veo
y te alejas.

Seguramente mañana si tendré el valor de hablarte,
por lo menos espero, que en mi sueños sí ocurra.