emiliodom
CAMINANTE
Quien ha tenido la suerte de alcanzar la libertad, no
puede por menos, que sentirse un caminante.
El buen caminante, sentirá con alegría e interés el
contemplar con los ojos bien abiertos, cuanto está
a su alrededor, de ese modo, podrá guardar las
sensaciones en su mochila compañera de viaje...
El buen caminante, es preciso que tenga alma de
vagabundo, y una gran entereza, con la finalidad
de evitar atar su corazón a cualquier situación...
En su interior, anida una fuerza muy grande que
le obliga a cambiar de paisaje con frecuencia...
Dada su condición de luchador nato, se limitará
a esperar el nuevo amanecer, para proseguir con
la misma ilusión su deseado viaje