Le persiguen, le acechan,
con grandes bocas repletas de dientes afilados
(mienten)
y
dedos largos como patas de arañas
(dañan)
y estómagos negros como cloacas
(envenenan),
pero nada, con ímpetu, aprovecha toda corriente y nada, sí, nada y (todo) llega.
(El Chivo)