alupego (Ángel L. Pérez)

NO RESISTE LA FATIGA

NO RESISTE LA FATIGA

En lo profundo del bosque,
donde la vista no alcanza,
la Naturaleza sabia,
regula sus propias reglas.
Una ligera amenaza,
que cautelosa se acerca,
pone en jaque a toda vida,
que vive, crece y se crea.

Bosque de hierro y cemento,
donde la vida se agita.
Bosque de asfalto que grita,
entre rejas enjaulado.
Donde perturba y jadea,
la máquina que palpita.
Engranajes retorcidos,
que giran sobre si mismos,
en su incesante tarea.

Vive el humano escondido,
en su propia fortaleza,
construida con la prisa,
de su ambición desmedida.
Construye sus propias rejas,
de fino metal brillante,
dando la espalda al camino,
que se vislumbra delante.
Vapuleado y rendido,
por su deambular constante.

Así, ni la propia brisa,
acaricia su semblante.
Ahumada con los efluvios,
de la aparente desidia,
labora contra si misma,
en aras de una grandeza,
de hormigones y de acero.
La Naturaleza ruge,
cuando se pierde el respeto.

Ecos de antiguas conquistas,
que sometieron los sueños.
En los ojos y en los labios,
el corazón y el cerebro.
Grilletes en los sentidos,
y en la mente carceleros.
Grandes hazañas escritas,
con letras de sangre y cieno.

El sueño quedó colgando,
en la maraña de acero.
Embridado con maromas,
de sus ambiciones, reo.
Reclamando libertad,
entre barrotes de hueso.
No resiste la fatiga,
ni el valor, ni el mismo aliento.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
22/08/2019