MANZANILLA

ENTRE LOS CARRIZOS QUE HAY EN LA RIBERA...

Entre los carrizos que hay en la ribera

crece alta y frondosa la verde hierba

y allí se pierde el camino

entre las zarzas y las adélfas

 

y yo me adentro entre las jaras

por una estrecha vereda

y me encuentro con una casa abandonada

casi en ruinas, sin tejado ni tejas

 

cuantos recuerdos tienen

los montones de adobes y piedras

y los palos carcomidos

donde las abíspas se encierran

 

los álamos forman callejones

para el frío que llega de la sierra

el agua del arroyo corre

y salpíca mis apalgátas nuevas

 

el siléncio llega hecho jirones

el sol encandíla y bosteza

llenando de tenues colores

el zafarrancho de maleza

 

un grillo casi muerto de frío

quiere levantar la cabeza

y una rana curiosa chapotea

entre los juncos dormidos

 

busca el pobre el abrigo

en el odre de la ropa vieja

sentado a lo lejos arropado

cuidando dos o tres ovejas

 

los álamos de ríos suspiran

y entre sus hojas guardan sus quejas

mas abajo en un tronco viejo

un nido vacío de cigüeñas

 

un gorrión asustado levanta el vuelo

y va y se para en las ramas del almendro

crujen al pisar las ramas viejas

en la vereda de frío hielo

 

a lo lejos se ven las casas

de aquel pueblo viejo

humean sus chimeneas

y con el humo juega el viento

 

paisaje triste, pero la paz alcanza

lleno de mimos y de nostalgia

cuando lo miras, suspiras y piensas

cuanta tranquilidad para el alma...

 Yo me llevo en mi corazón

guardada tan bella estampa...