Hada de Agua

Palabras de Piel

En la barahúnda de mi boca tus furtivos besos

se vuelven cítrico canto prohibido,

caricias entre sueños al tacto de la noche

a escondidas en el himno de la piel,

sabor a fruta de ardentía nos mimarnos al cortejo.

 

Mentes dueñas de esa insistencia clandestina

nos pare eternos al propósito de asirnos

en cuerpos que beben el deseo al norte de los pies

sin mas pena que ser un arpa al contacto de admitir

la ajena posesión que nos asiste en el amor.

 

Vamos al asecho que reclama el gozarnos

feliz amante de ahogar la rutinaria plusvalía,

tocarnos al dinámico desfogue de un te extraño,

adosando los sentidos avivados al contacto de mirarte

sin ser más que ajenos desde el día en que nos dimos.