Alguien pasa y pregunta…
¿Quién fue él? ¿Y cómo ha muerto?
Pues, ha sido un soñador, un gran maestro,
tal vez poeta…
y ha muerto… ha muerto pensando
si allá del otro lado podrá terminar su último poema,
el que bullía en su mente, con olor a primavera,
entre los brazos florecidos del durazno.
Pero es invierno todavía y las calles se humedecen
con el rocío de los versos inconclusos
y vuelan las palabras silentes, ya sin trino,
cuando alguien pasa y pregunta…
Mañana alguien vendrá con una rosa,
mañana alguien volverá a leer lo ya leído,
mañana irrumpirá en el silencio que ha quedado,
la historia del poeta que no ha muerto
y vive de ahora en más en sus escritos.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
“El amor revive entre ilusiones
alimentando utopías
con la dulce fragancia de los sueños”
(Carlos A. Badaracco, 04-05-2014)