Sabré que no estoy solo, si tu mano no deja de acariciar mi rostro,
colmado se vea mi cuerpo, de tu cariño tan sincero…
Tus brazos sean los primeros en llegar,
en esos días de adversidad…
Me recuerdes que no entre en desespero,
Por no ver inmediatamente lo que quiero;
me demuestres que es muy cierto,
que lo bueno siempre vendrá del cielo…
Tengas siempre la palabra apropiada,
para reconfortar mi alma,
y tu beso salga,
para decirme cuánto que me amas…
Cuantas veces me equivoque,
tu corazón no se enoje con rapidez,
y tu el perdón aplaque,
toda mi estupidez…
Que el tiempo no se vuelva dañino,
por mirar él que tú no estás conmigo;
en mis victorias, te vea sonriente,
en mis derrotas, seas mi aliciente,
para levantarme, y seguir adelante…
Entonces sabré que voy caminando,
con la mejor compañía,
sabré que tu amor,
será para toda la vida…