Dime mujer bonita,
¿sabes quién soy?
Todo lo que tenemos
son esas miradas hambrientas
y me siento insatisfecho.
Ahora tengo ansias de pedir más
y estoy esperando
como lo hice antes
pero cuando trato de llegar a tu luz
no logro acercarme.
Si solo estás triste, dímelo,
entonces podríamos confiar
en el destino
y tomarnos las manos con fuerza
y no preguntar por qué;
solo prométeme que estaras ahí
hasta que el corazón se acelere
de reir hasta llorar.
Ven y abrazame,
con esas cosas que me cuentas
podría imaginar lo suficiente
para mostrarme que vamos a pasar
muy buenos tiempos.
Que el amor se convierta en ladrón
y se camufle entre mis letras
así mientras sueñes
intentar robar tu corazón.