¡No! el poeta nunca muere
hoy transcribe el sentimiento
mucho más allá del viento
y un rayo de luz transfiere.
Perpetuamente su esencia
por siempre nos acompaña
reviviendo cada hazaña
de su talento y sapiencia.
Un verso llorón lo invoca
una rima lo acompaña
malvada sea la guadaña
que al versificador toca.
En octavilla retoco
el nombre de un gran amigo
así también lo bendigo
¡Carlos Alberto Badarocco!
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.