Noches de algodón
Que vuelcan su cielo de azabache,
A un corazón florido de estrellas
Que aletean impregnadas de fulgor.
El viento hecho jirones
Se arremolina en la ventana,
Golpea mi interior, preso de la prisa
Y a la vez paciente, anhelando tu espera.
Prisa…por asomarme a tus ojos,
Prisa…por sellarte con mis labios,
Prisa…por derramar mis caricias,
Prisa…
Por pregonar un “te quiero”.