Solo los amores volcánicos superan el tiempo,
con besos que amenazantes duran semanas,
y entre beso y beso
erupciones que arrasan los cuerpos,
lava que todo lo cubre,
que todo lo funde,
hasta que todo se duerme:
silencio absoluto, paz,
amor de resaca,
milenios…
Pero allá en lo profundo del volcán,
la nueva lava se va produciendo,
van renaciendo las fuerzas del amor,
hasta que en medio de la calma
y de la rutina de la vida,
más allá del tiempo,
en un día inevitable y esperado,
el amor volcánico se desata de nuevo,
y entre beso y beso
la lava que todo lo cubre,
que todo lo funde,
se lanza a los espacios,
corre por la ladera de los cuerpos
y funde dos almas en un volcánico beso.
Frank Calle (24/ agosto/ 2019)