Vamos a ver
qué dicen tus pupilas
cuando me miran.
¿Tendrán sonrisas,
repletas de ternura
y con caricias?
...Es muy posible
que estén en tus palabras
y en tus silencios.
Pero mis labios
te pedirán inquietos
un dulce beso.
Beso encantado
de miel y chocolate
y con pasión.
Tendrás mis dedos,
hurgando entre tus manos
para sentirlas.
Para sentirte,
tenerte entre mis brazos,
para quererte.
Porque eres mía,
unida con un lazo
de libertad.
Porque soy tuyo
y el verso que lo dice
es la verdad.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/08/19