¿Para qué?
Tan largo camino,
tanto tiempo invertido,
y la única respuesta, eres tú,
solo tú.
¿Por qué?
Llegar a este destino, y estar perdido,
no encontrar ningún camino, donde ir,
dónde quedarse, pero estar seguro que
solo tu puedes salvarme.
Tanto trecho recorrido,
tantas noches de besos y palabras.
Para comprender que solo tu eras mi destino.
Solo tu me ibas diciendo lo que me querías, y yo
perdiendo el sentido del tiempo, donde una hora parece una semana y una semana un sueño.
Roto en pedacitos por el viento marinero que tu recompones cada mañana.
Roto sobre la arena amarilla que me entierra de inmediato, descubro que solo tu eres mi único escudo de calor humano.
Acuno el silencio que nos trae la calma.
Cuido las miradas que mantenemos cada mañana.
Sólo tú me conoces lo suficiente para liberar me de la carne enjaulado.
Para librarme de mis miedos ancestrales.
Solo tú eres capaz de mostrarme este mundo de posibilidades y sorpresas.
La chica de la determinación, del vestido escotado, las manos llenas de amor, los labios pintados de sabor a sol.
Mi corazón quebrado,
ahora encendido sobre tus pechos cercanos.
Solo tú, tu piel en mis manos, buscando los caminos,
buscando los volcanes,
buscando el destino.
No tengas miedo de echar andar aunque llegues al final y no encuentres nada.
Solo tú, mujer pausada, mujer cielo,habitas en mi almohada.
Solo tú , conoces mi verdadero aspecto,
Quiéreme un poco, límpiame por dentro.