Son diálogos de un nuevo vuelo interno
coreando alabanzas con sus letras,
esas escenas de sueños fugaces
de engaños y palabras, burbujean
la insensatez de almas prisioneras.
Mi mente fue cediendo a tus azotes
y negras alas extendió la noche;
en el tiempo que estuve entristecido
los sentimientos cambiaron a mi ser,
y de rojo se fue tiñendo el alma.
Me fui al abismo por tratar de hallarme
y en el fondo fue donde te encontré.
Siempre será mi surco sinrazón
llevar tu miel y tu hiel en mis alforjas,
silueta ambivalente en mi existencia.
Hugo Blair M.
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