Sofá de cuero, antiguo anhelo de poder
Piensa en un coche lujoso solo con billetes de cien
Siempre observando la partida, ya sabe quién es quién
En la vitrina, su vida no se acostumbra a perder
Sobredosis de cafeína en las venas
Disparos de saliva apenas describen las penas
Que se limitan a esbozar su confuso accionar
Mudo que en cálculo expresa lo que le pesa callar
Rápido y frágil su pulso temporal
Late y debate su remate final
El mal que pesa en la cabeza y en el alma
Palabras que son munición cargan silencios que son arma
Testigo forzado de su propia versión
Mendigo pensando en la misma ambición
Cuestión de perspectiva, sin salida su visión
Sigue festejando orgulloso al generar decepción
Olvidando las plegarias y oraciones a dios
Rezo vacío, metálico, con eco de pecador
Agradece al creador por no hacerlo peor
Sueña ser dueño del mercado y su moral ya ofertó.