Mariesther Munoz

Extraño

Extraño

 

Extraño recostarme en tu hombro

mientras veo un sueño viajar por nuestro día.

Extraño el cielo tenue y oscurecido

que acariciaba nuestras sienes con un dulce soplido.

Extraño el cántico que rozaron tus labios

mientras caminamos por la vereda hacia el rumbo

que con dulces melodías resonaban las pisadas

mientras hombro a hombro nos veían.

 

¿Dulce sueño o dulce mentira que viví por esos días?

¿Fuiste puro o ajeno a lo que decías?

¿Una, dos o tres veces pudiste decir lo que sentías?

¿O una, dos, ni tres fueron lo que se veía?

Dulce sueño o dulce mentira viví por esos días,

No se si fue puro o ajeno lo que decías.

Una, dos o tres pudiste decir lo que sentías,

O una, dos o tres lo que no veías.

 

Extraño se siente el no sentir lo que ayer sentía.

Extraño se siente el no ver lo que ayer veía.

Extraño es no saber si de verdad querías.

Extraño es no hablar de lo que quería.

Extraño se siente mi cuerpo ajeno a lo que quería.

Extraño se siente el no estar con quien quería.

Extraño es no poder amar a quien quería.

Extraño no charlar a quien quería.

 

Extraño sentir un pecho lleno de energía.

Extraño ver las porcelanas de alegría.

Extraño el juego que de vistas se poseía.

Extraño el andar que con risas se distinguía.

Extraño ha sido no revivir lo que sentía.

Extraño ha sido el no escuchar más la melodía

Que riegas en mi alma con tu alegría

y que transmites con cada mirada de picardía.

 

Por: Mariesther I. Muñoz Phi