Ben-.

Tus besos-.

Tus besos son frescos como la humedad del rocío, la escarcha aligera en ellos la imposibilidad de todo niño. Son besos caídos del cielo, ignorantes de retahílas y liturgias preparadas, son buscadores de cieno en las alturas del suelo.

Atmósferas delicadas, afluentes del sueño, buscan y me buscan, rozando la amargura del pecho. Les doy su alimento: preparo las acequias solitarias por los túneles de avispas frenéticos. Tus besos me elevan y no protesto, llevan consigo la materia deliciosa de un helecho dormido. En la penumbra de un estío insistente, se mueren de rosas las carpetas que acumulan sueños perdidos. Y finjo que duermo, extraordinariamente, saciando las pequeñas aberturas de los diálogos del ruido. El sonido me alcanza y sostiene un sinfín de latidos agoreros. Las mesnadas de tu sueño abruman la corpulencia del rayo. E indago en los materiales de escombreras y vertederos, juguetes rotos por la crueldad de la marea. Tus besos son como de aledaños de un pavimento rojo, mojado, invitación suprema a los falsos testigos del canto doloroso. Me sostienen e investigan como insectos repelentes, y yo cristalizo las cavidades de los lirios.

 

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