¡No! definitivamente, no quiero hacer un nuevo poema de amor, ni dolor, que luzca como si aùn anduviera navegando en la bendita pena, no y no, hoy me he propuesto cambiar, darle un nuevo giro a mi vida, soltar de una buena vez y para siempre las cadenas que me atan al pasado, dejar de lado los recuerdos que hacen daño y son lo ùnico que tengo del amor que nunca tuve ni jamàs tendrè de ese hombre infiel, que tanto amò mi ser.
Y aunque parezca gracioso, asì es, ya fue suficiente perdì mi juventud tejiendo historias, haciendo cuentos tras un sueño roto, que terminò por convertirse en pesadilla. Y me rìo si, me riò de mi, puès conversaba esta tarde con mi nieta de 12 años apenas, le decìa acerca de la decisión que habìa tomado, con relaciòn a su abuelo, que me lo iba a sacar del corazón, que al fin me habìa dado cuenta, de que el nunca me quiso como yo a èl y fuè inútil todo cuanto intentè hacer por reconquistar su amor. A lo que ella sin pensarlo mucho, con seguridad me respondiò:
< ¡Tata! ¿Como no te habìas dado cuenta en 30 años? creo que fuiste muy tonta, porque si yo hubiera sido tù, me hubiera buscado otro que me quisiera y mas aùn con lo bonita que eras> <Y tu no te preocupes mas por èl, ademàs, tu crees que ninguna mujer joven, ni bonita, se va a casar con un viejo pobre y feo, ¡Que va!> <¡Ocùpate de otra cosa! que sea importante, o ve a escribir del Amazonas ardiendo y se estàn muriendo los animalitos>
Y ahora en la soledad de mi cuarto me rìo, al ver que una niña que nada sabe de la vida, me hablò palabras sinceras llenas de sabidurìa. Increìblemente, yo vivía en el limbo de una realidad alterna, desperdiciando lo mas precioso que tenìa, ¡mi tiempo! dejando de ser feliz, viviendo una amargura, solo escribiendo poemas tristes para compartir y desahogar mi mundo interior, en constante conflicto, buscando razones y porquès, donde sencillamente no lòs habìa.
¡Asì es la vida! concluyò diciéndome mi princesa, <No perdiste tu vida, aquì estoy yo y toda tu familia que te ama>
Y me dije: Anda vieja tonta, dale el punto final a esta historia, donde bien sabes no hubo glorias de amor eterno, pero, pude experimentar una extraña emoción, me parè enseguida, dije Gracias le dì un beso a mi nieta y me dirigì hasta el salòn, allì estaba reunida la familia, y el se recreaba viendo una pelìcula en la TV, lo mirè un instante, me habìa quitado un peso encima de mi alma, tomè las llaves del auto, me despedì en silencio casì con alegrìa y segura de llevar una sonrisa en mi rostro.
Reflexiòn: Cuantas veces pasamos la vida dormidos en la realidad, soñando despiertos en asuntos muertos y dejamos de vivir y ser felices con lo que tenemos a nuestro alrededor y no lo vemos. Y dejamos de hacer cosas realmente importantes, haciendo buen uso del tiempo que es nuestro mayor tesoro.
Raquelinamor
Agosto 2, 2019