Con mi vinito al costado
y a la sombra de una higuera,
pensaba lo buena que era
la vida que me ha tocado.
Ranchito, amor y comida,
y la Pancracia, mi cielo,
ella es todo mi develo,
hacendosa y comedida.
Pero, creo que fue un lunes,
me despertaron los perros
y vi bajar de los cerros,
traspirando al loco Funes.
“Yo solo traigo el recado
que ponga usted atención
porque andan en conmoción
las mujeres del poblado”
“Me hablaron allá en el bar
de algo como una revuelta
¡Y con tanta loca suelta,
se nos van a sublevar!”
Lo miré tranquilamente
“Vuélvase por donde vino,
no hay más trino que mi trino
ni hay mujer que se me enfrente”
Con el alba, al despertar,
ni tortas fritas ni mate
y un silencio que me abate
¡Algo raro ha de pasar!
Ni señales de mi amante,
sólo en la puerta un papel
\"Me marcho para el Esquel
vuelvo cuando se me cante\"
Busqué la yerbita suelta,
puse a calentar la pava
cuando la tele pasaba
una tremenda revuelta.
¡Pero, que mi Dios me asista
en el canal cizañero
la Pancracia en puro cuero!
¡Se me volvió feminista!
Desde aquel incruento día
no ha venido por el rancho,
anda armando zafarrancho
y estudiando abogacía.
Yo canto como un chingolo
pa’ no mostrar emociones
y llorar por los rincones...
mientras me hago todo solo.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
Ilustración: Dibujo del artista argentino Florencio Molina Campos.