Los latidos son ritmos
de un corazón creativo,
las melodías interiores
son ejecutadas por las musas.
La inspiración fluye y brilla
en el firmamento del poeta,
las musas son inquietas como
estrellas que iluminan el corazón.
Hasta el último aliento,
los poemas habitan en el corazón,
hasta el último aliento,
se mantiene intacto el don de poeta.
El poeta emprende un viaje,
una etapa se termina,
sus versos son eternos,
la tinta del corazón es infinita.
Las musas agradecidas
por las brillantes obras,
fragmentos de vida lírica,
herencia de pluma ingeniosa.
Hasta el último aliento,
los poemas habitan en el corazón,
hasta el último aliento,
se mantiene intacto el don de poeta.