Iba corrido cual demonio,
Ahí apeando el caballo;
El mundo era pandemonio
y no nació pa´ vasallo.
Su alma era libre como el viento,
Compitiendo con el rayo.
Cuántos recuerdos al hombro,
Cuántas ganas en el alma,
Pero sin perder la calma
Ahí estaba el gaucho guerrero
Tan altivo y sin asombro
Orgulloso Martin fierro.
Con su cantar sin atadura,
Sin miedo que le corrompa;
Matizando su bravura
No abandonó la esperanza
Pidiéndole a la balanza
Que sea justa en su figura.
Hoy lo traigo a mi recuerdo.
Tan llenito de emoción
Pues pa´ mí él no es ficción
De lo que toca vivir
Sino historia verdadera
Y un ejemplo pa´ seguir.
Ya han pasao tantos años
Y no ha cambiao mucho la cosa
Ya no existen los patrones,
Pero si los señorones.
tan solo se han relevao
En sus odiosas funciones.
Ahora hacen de políticos,
Tanto ladrón disfrazao;
Engañando a to´el gentío
Con promesas hechas de aire,
Que no convence a nadie
Pues todas las lleva el rio.
La cosa será distinta
Si despiertan del letargo
Y hacen como él, un día;
Que ante tanto descontento,
Pa´alivianar sufrimiento,
Se levantó en rebeldía.
Pues como decías él:
“Si siguen así las cosas
Como van hasta el presente
(Con perros y gatos por presidentes)
Puede ser que de repente
Veamos el campo desierto
Y blanqueado solamente
Por los huesos de los muertos”
Y aunque no haya nacido en la tierra
De gauchos y chacareras
Del mate y los alfajores
Soy hermano en esta guerra
Denunciando a mi manera
La maldad de los señores.
¡Qué no se permita entonces,
Que se repita la historia
No perdamos la memoria
De engañar nuestro destino
Qué no se quede un latino
Sin hacer de un Martin Fierro!.