Como el río de agua jamás colmado
por más caudal que le aporte su afluente,
para un alma insaciable de tu mente,
mucho contigo nunca es demasiado.
Aunque al marcharte sigas aquí al lado
y tu brillo permanezca presente,
todo a tu vera me es insuficiente
si no te devuelvo cuanto me has dado.
Cuentas con la sublime trascendencia
en los designios de un corazón loco
por meterse de lleno en tus asuntos.
Es tal en mi vida tu interferencia,
que hasta el universo me sabe a poco
cuando teniéndote no estamos juntos.