Todo empezó con un beso
a orillas de la ensenada,
allí perdiste a tu amada
por tu crimen ex profeso.
El amor que tú inconfeso
con obsesión ultrajaste,
es el mas triste contraste
entre lujuria y candor,
fuiste tú, el vil agresor
que su virtud mancillaste.
Hoy solicitas consuelo
y olvidas tu cobardía,
recordando lo que un día
cubrió el amor con su velo;
Pedirle perdón al cielo
es un ruego irreverente,
si por acto inconsecuente
se congeló el corazón,
culpa de la sin razón
de un verano negligente.
vivirás sin bendiciones
porque así los has decidido,
al mostrarte corrompido
por pasadas decepciones;
En amor no hay situaciones
que se puedan soslayar,
cuando se suele fallar
se pagan las consecuencias,
ya sea por imprudencias
o por no saber amar.
las ingentes estocadas
a un espíritu tan noble,
pero fuerte como el roble,
son cosas hoy superadas;
Sus heridas ya sanadas
olvidaron cruel dolor,
cedieron al nuevo amor
el cauce de su albedrío,
su destino ahora es mío,
no posees ni su rencor.
LUJURIA Y CANDOR - CC by-nc-nd 4.0 - Osvaldo Páez