Hoy le pregunté al corazón
¿Hacia dónde van los suspiros...
aquellos que antes había sentido?
¿Hacia dónde van las miradas...
aquellas que ya tiene olvidadas?
¿Cómo dejar de escuchar su voz
en este silencio que me abraza?
Si a cada instante al mirar
lo primero que veo es su cara
que me saluda con una sonrisa
iluminando mi alma
y desapareciendo a toda prisa.
¿Cómo ha del sentimiento expresar
lo que una vez sintió en su interior,
mientras va marcando el paso
muy acelerado mi corazón?
Si a cada instante lloran las nubes su ausencia,
lloran mis ojos por no encontrarte
y de sufrimiento por las inclemencias.
¿Porqué dejar de abrazar su almohada
si en ella está guardado el secreto de su esencia?
Guarda su perfume, sus más íntimos suspiros,
los más sublimes motivos,
señora mía te amo a cada instante,
de noche y día,
aunque no estás... te amo con vehemencia.
¿Cómo hacerle saber
que su amor todavía en mí transita?
Que las delicadas caricias
que sus manos me habían dado
de mi cuerpo no se han borrado,
mientras mi voz su nombre musita.
¿Cómo saber las cosas que son de su agrado
cuando las miradas ya de cruzarse han dejado?
Pero aún así mi pecho no ha dejado de latir,
ni tampoco de admitir... que sin su amor
casi no he podido vivir,
ya que la persona que lo ha producido
ni se da por enterada, ya que no está presente;
pero quizás le llegue a sus sentidos un aviso
que es lo más evidente
tener en los oídos un zumbido.
Derechos Reservados
República Dominicana
03/06/2018