benchy43

¡LA PUCHA CON LA MARÍA! (humorada)

 

Me salí de la tapera

justito antes que cayera.

Si cuando uno anda de mala

no le sale ni una bala.

Ensillé a mi “Malparido”,

caballo tan desabrido

que me muerde de la nada

o me ligo una patada.

 

Pero igualmente lo adoro,

es más fiel que un inodoro

que se aguanta lo que venga,

y me da, sí, pa\' que tenga.

Nos fuimos al trotecito,

yo silbando muy bajito

para no enojar al flete,

¡Mañoso de la gran siete!

 

En el bar del turco Elía

me encontré con la María,

bondadosa esta mujer

siempre presta pal ‘querer.

Las copas iban llegando,

no sé ni cómo ni cuando

ni  por qué  a mí me pasa:

de pronto estábamo en casa.

 

Yo tengo varias mansiones

pa’ distintas ocasiones,

ninguna de rompe y raja,

toditas de adobe y paja.

La cuestión que esta señora

¿Marcharse? Ni ayer ni ahora,

se me pegó como abrojo

causándome un gran enojo.

 

Andaba yo en la desgracia

añorando a la Pancracia

que vive en mi pensamiento

como mi dulce tormento.

Y ahora con esta loca

pesada igual que una roca

que me sigue sin desmayo

como el porcino al zapallo.

 

Y para colmo del  lío

encontró un poema mío,

creyendo que era para ella

se sintió sobre una estrella.

Así la pobre María

lo leía y releía

(un poquito trastornada)

de noche o de madrugada

 

 “Te veo como dulce primavera,

aromando las sendas y las rosas

con el suave vaivén de tu pollera

que avienta coloridas mariposas” (1)

 

INTERVALO: está permitido  deglutir (ingerir, comer, morfar) un bocadillo y/o beber una gaseosa, siempre y cuando las medidas antropométricas así lo permitan.

 

Al pueblo llegó un poeta

fachón,  de muy buena jeta,

de elegantes poesías

mucho mejor que las mías.

Esta guacha lo miraba

y se limpiaba la baba.

Y se fue nomás con él,

nunca volvió por Esquel.

 

Después que se fue María

pensaba día tras día

vaya a saber…  tantas cosas…

¿En mi panza hay mariposas?

Pensaba, desorientado, 

en su aliento alcoholizado

en el hueco de su diente

y en su higiene deficiente .

 

El cielo es un negro manto

y en mi soledad yo canto

un tango mustio y sin gloria

como pa’ cerrar la historia.

 

 “Qué cosas hermano,

que tiene la vida

desde aquella noche

la empecé a querer” (2)

 

Derechos reservados por Ruben Maldonado.

 

(1)De mi poema “Soneto de Amor”.

(2) Del tango “Quien hubiera dicho” de Luis César Amadori  y  Rodolfo Pascual Sciammarella.

 

Lustración: Dibujo del artista argentino Florencio Molina Campos.