Y así sucedió
Y sucedió que un día
en el que a solas yo estaba
absorta en mis pensamientos,
saboreando una copa de nostalgia
y degustando unos trocitos de recuerdos
que le dieran alimento a mi alma
y fortalecieran a mi pecho.
Cuando en medio de mi letargo yo seguía
añorando los momentos
en los que tu estabas en mi vida,
cuando venías a mi encuentro
y disfrutabamos sin medida
las mieles de este amor excelso.
Y sucedió que ese día
sin yo imaginarlo siquiera
se escuchó en la lejanía
un apacible sonido
comparable a una melodía
que susurraba en mi oído
tiernas palabras de amor.
Y no era un coro angelical
ni una alegre sinfonía
lo que embelesó a mi alma,
era tu voz sin igual
la que irrumpió en mi silencio
extasiando mis sentidos,
haciendo renacer en mí
emociones olvidadas
que en mi ser se habian dormido.
Winda
Señora Melancolía