Vienes acercándote, sueño desconocido,
estoy aquí, proclive a un arrullo atenuante,
unas islas de mi mente están navegando en la extensión de aquella existencia recorrida,
un pensamiento enardece llano, es acaso un anhelo,
proyecta hermoso paisaje o espléndida sensación,
transportándome al suelo sagrado que nunca olvidé,
sustancia vigorosa, refugio de mis ayeres.
Rituales progresivos de los muchachos idealistas,
disfrutan las horas, regocijada paz,
en pura, llana y simple desinhibición total,
Culturales recintos,
naturaleza respetuosa,
los pájaros cantando desprovistos de temeridad,
los reptiles coloridos en las rocas volcánicas, mimetizan la vegetación.
Amor de mi tierra,
soy de ti toda la vida,
grabaste miles de horas, pensamientos.
Una muchacha de ojos negros,
figura esbelta, deseo no consumado,
besos codiciados,
Voz y risa, compañía ferviente,
tiempos alegres, tersa blancura su tez,
se difuminaron su labios en un beso inexistente,
se difuminó su rostro y su presencia lejos de esa tierra.
Avanzan los tiempos,
cuánto hace sin cubrir de mis huellas colorido suelo
pero te he de devolver mi parte de espíritu correspondiente,
quien me abrió sus puertas de par en par,
quien confió mi guerrera fe esclarecer las montañas,
mi suelo aliado, calidad de vida,
sustento generoso.
En tu propio nombre,
en contra de lo que refulja contra tales añoranzas,
incertidumbre, remordimiento y lamento.
Voy a esperar pasivo,
vuelta caída,
Voladora tentación cubre de voces estudiantiles,
amando, sintiendo, esclareciendo amargo.
No regresarás al eco lastimero condición perpetua,
no regresarás a mis brazos olvidada efigie.
Siente el césped respira el aroma de los árboles,
la frescura de su sombra,
caminar los senderos,
explanadas, monumentos,
aulas, bibliotecas,
guardar silencio, maestros jubilados.
Vuelve a mí, meditación hermosa
encántame, tus libros, cuenta tus historias,
déjamelas aquí para siempre, cerebrales compañías.
Espero ansioso y entusiasta nuevamente tu regazo,
es vivir fulguroso,
encantado escolapio me volví,
he de recorrer nuevamente tus salas musicales,
la orquesta ejecutará aquí o dónde se vista de gala para ti,
o estar en tu museo que expresó cultural soberbia.
Vendré de cuando en cuando, volver asunto interminable
Procesa mi hastío, hasta la edad provecta
No le pertenezco todavía
(no me hagas trizas, no aún)
Suelo sagrado, te pido me reconfortes,
bríndame tu cara simple,
vuelve a mi corazón ileso,
No te extraño, es más triste el asunto,
jamás te imaginé tan ausente,
mi suelo bendito,
Perpetuo recuerdo, dale suspiros mi valiente ensoñación.