No me importa el territorio. Quiero amarlo como si fuera mío. Correr por él como un crío. Al final que sea el mejor sanatorio. Que el río evoque al Guadalquivir. Sé que es difícil pero no imposible. Un río largo navegable y apacible. Un río que aliente el deseo de vivir. Atravesar la marisma hasta el mar. Caballos que llegaron al Nuevo Mundo. Ver radiante el sol en amanecer rotundo. Y llegar hasta ti sin parar de navegar. De un rinconcito humilde zarparon. Con la única y radiante idea. Aquella que soñaban en la blanca azotea. Hasta que a la tierra ansiada llegaron