(Esta poesía nació hace casi 10 años, dedicada a una mujer que amé y amo con toda mi alma. Mucho más tarde escribiría el soneto “Mi más bella utopía”)
Tú reservas la luz en los ojos ávidos de soles,
con sed de amor y mariposas que irradian su belleza
al son de una mirada y un beso sonrojado.
Caminas el campo de la lluvia y el tatuaje de las olas,
guardas el platear de la luna entre la niebla;
yo tengo -en cambio-, un estío arrinconado,
mis labios que encendieron las estrellas
y un cielo para ti de crepúsculo y rocío.
Y quiero estar en ti, quedarme en ti,
hacer de tus cabellos la azabache poesía de la noche,
leer en tus pupilos los versos de las albas
y dejar reír las caricias en tu cuerpo.
Quiero buscar tu ansiedad y, al encontrarle,
tantear a ciegas, conocer los jardines de tus valles,
que huelen a jazmín y flor silvestre, libando la miel
en tu lecho de humedad dormida.
Ahora, al sentir tus senos en mi pecho,
yo no sé si es un sueño y te amo en alegría,
traigo a tu piel la tibieza de la mía,
haz que en ella adormezcan las horas
y se retrase la llegada de la aurora.
Ahora que está sobre tu pequeñez desnuda
la intensidad de imposibles con mi nombre,
no despiertes la luz amanecida,
quiero ver tu sonrisa entre penumbras.
Ahora que mis brazos se llenan de tu cuerpo,
aniquila mi edad, mi sino, mi cordura,
muerde mi sed, deshilacha mi silencio
y arrásame con las brasas de tu fuego.
No quiero más vivir en tu melancolía,
quiero ser leño consumido
en el crepitar de tu sonrisa salpicada de mar
de aguas oscuras y bosques
de verdes estrellados.
En tanto el nocturno se duerme en litera de campiña,
quiero que seas mi temblor, mi murmullo,
la rústica hoguera de pasión enarbolada,
quiero amar, estremecer, ser yo, ser tú,
ser nosotros.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
Tandil (Buenos Aires- Argentina), 20-11-2009
MI MÁS BELLA UTOPÍA (soneto inglés)
Ya ves, ahora soy sólo un extraño
tratando de mirarte desde lejos,
desde el propio callar del ermitaño
que se esconde en el gris de sus espejos.
Pero, ¿sabes? Yo sigo siendo el mismo,
con mis viejas y sordas ataduras,
con mis letras que vencen al mutismo
y con mi sueño, en donde aún perduras.
El tiempo de abstracción y de sosiego
se escurre suavemente entre la brisa
y entonces a esa brisa yo me entrego
con la dulce visión de tu sonrisa.
Vives en mí, en mí y en mi poesía,
destellante en mi más bella utopía.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
Tandil (Buenos Aires- Argentina), 08-10-2016.
Imagen: Balneario Monte Hermoso (Provincia de Buenos Aires), la única playa en Argentina donde el sol nace y se pone en el mar.