Raul Gonzaga

Soy prisionero de amor

 

Ayúdame, Padre mío,
Tu hijo sigue padeciendo
Y, como siempre, cayendo
En eterno desvarío;

Que madure, desconfío,
Porque sigue creyendo
Y, por el amor, perdiendo,
Ante la vida, su brío;

Él confía ciegamente
Y se entrega con pasión,
Para después, de repente,

Quedarse sin corazón:
Tal parece que en su mente
Se ha tornado su prisión…